Seguro que más de una vez
has escuchado que los huevos, debido a la cantidad de proteínas que
contienen, se relacionan activamente con el colesterol malo y pueden constituir
una amenaza para el corazón. De hecho, durante muchos años el consumo
de huevos estuvo restringido en aquellas dietas para tratar y prevenir el
exceso de colesterol y las enfermedades cardiovasculares.
Entonces su ingesta quedaba
limitada a un máximo de 2 o 3 unidades por semana, y se veía a este ‘poderoso’
alimento como el principal causante de determinadas enfermedades. Lo cierto es
que esta creencia es únicamente un mito, ya que en la actualidad, tras
diferentes estudios científicos realizados, esas recomendaciones se han
modificado y han sido desterradas. Se ha comprobado que lo que sí
incide negativamente sobre el colesterol sanguíneo es el consumo de grasas
insaturadas y no el colesterol de la dieta, como erróneamente se creía.
Debe entenderse al huevo como la
mejor fuente de proteína natural. Es también fuente de diversas vitaminas,
como A, D, B2, K o B12; minerales como el hierro o el fósforo, omega
3… Es, así mismo, saciante, bajo en calorías y un excelente
aporte de colina (un nutriente esencial para el cerebro). Por tanto,
el huevo es un alimento altamente nutritivo, sumamente beneficioso para
la salud.
Debemos saber también que, gran
parte de este poder nutricional está en la yema y no en la clara. Si eliminamos
esta parte del alimento, perderíamos gran parte de la proteína.
Probablemente, lo que siga
preocupando a muchos sea el nivel de colesterol en sangre y el riesgo de
enfermedades coronarias. Primeramente, debemos entender que nuestro cuerpo
necesita una cantidad de colesterol. En la mayoría de personas, la ingesta de
colesterol no produce un aumento de su colesterol en sangre, ya que es una
sustancia necesaria. Yendo algo más allá, el pequeño aumento de colesterol que
produce la ingesta de huevos es HDL (más conocido como colesterol
bueno), protector contra la enfermedad coronaria. Otros estudios concluyen con
que el huevo reduce la inflamación, el perfil lipídico y reduce la resistencia
a la insulina.
¿Cuántos huevos se pueden comer en un día?
Entonces, ¿cuántos huevos
podemos comer al día? La mayoría de los estudios sitúa la ingesta de huevos entre
1 y 3 unidades diarias. Esto no significa que comer más sea perjudicial para
nuestra salud, de hecho, hay gran cantidad de testimonios de personas que
han llegado a comer hasta 20 huevos al día, cuyos análisis de sangre no han
mostrado ningún problema de salud. A pesar de ello, no son recomendables
los excesos con ningún tipo de alimento.
La calidad del huevo varía
dependiendo de la vida que haya tenido la gallina que lo pone. Esto
influirá, por ejemplo, en la aportación de omega 3 de nuestro huevo: si se
trata de gallinas criadas en jaulas o suelo con poca movilidad (códigos 3 y 2)
la aportación de omega 3 será escasa. Sin embargo, si se trata de gallinas
camperas o ecológicas, y bien alimentadas (códigos 1 y 0) la aportación será
mayor.
Por último, y con la intención
de tirar por tierra otro mito: ¿qué huevo es mejor, el marrón o el blanco?
Resultan ser nutricionalmente equivalentes y la calidad del huevo
depende de nuevo de cómo las gallinas estén criadas. La cáscara está formada
por carbonato de calcio y su función es proteger al embrión, por lo que su
color solo depende de la raza de la gallina y no tiene nada que ver con la
calidad del mismo, pese a lo que muchas personas puedan creer.
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