Las
flatulencias, pedos o gases intestinales se producen como resultado de la
fermentación de las sustancias procedentes de los alimentos que
ingerimos.
El
doctor Tormo Carnicé revela, médico especialista en Enfermedades del Aparato
Digestivo, la presencia de sulfhídrico (con olor a huevos podridos) podría
revelar que el individuo no ha digerido correctamente los azúcares ingeridos, o
que ha tomado fibra en exceso. Pero, por lo general, la pestilancia de los
gases no debería preocuparnos; es más, el 80 % de los gases emitidos no
producen ningún tipo de olor.
Los
gases del sistema gastrointestinal son compuestos básicamente por cinco
elementos: nitrógeno (N2), oxígeno (O2), dióxido de carbono (CO2), hidrógeno
(H2) y metano (CH4). Los cinco juntos añaden hasta un 99% de los elementos
presentes en el pedo. El eructo tiene composición similar, pero es más rico en
oxígeno y nitrógeno.
¿Y
cuál de ellos es responsable del mal olor? No, son todos básicamente inodoros.
La culpa tampoco es de las heces. Contrario a lo que uno podría imaginar, el
pedo no apesta por pasar por las heces antes de ser eliminado. Lo que causa el
mal olor es el 1% restante de los gases, principalmente compuestos por azufre,
siendo el principal el ácido sulfuro (sulfuro de hidrógeno).
El mal
olor depende mucho de la dieta. Así, el azufre, presente en muchos alimentos
(brócoli, cebolla, huevos, carne), reacciona con las bacterias de nuestro
intestino y generan gases malolientes como el metanotiol.
Los
alimentos que provocan más gases intestinales son:
Frijol.
Huevos.
Cerveza
(oscura).
Leche.
Patata.
Maíz.
Salvado
de trigo.
Brócoli.
Espárragos.
Ajo.
Col.
Bebidas
gaseosas.
Coliflor.
Cebollas.
Gaseosas.
¿Qué
otros factores producen gases?
Falta
de ejercicio físico, estreñimiento, intolerancia de lactosa y cambios de la
flora bacteriana de los intestinos por el uso de antibióticos también pueden
causar aumento de la producción de gases. El sexo anal pasivo es otra
causa.
El
azufre, que causa el olor desagradable del pedo, se produce generalmente
después de la ingesta de proteínas. La carne de cerdo, por ejemplo, causa
flatos con fuerte olor.
La
ansiedad puede acelerar el tránsito intestinal, llevando más alimentos mal digeridos
al colon y proporcionando más sustrato para las bacterias que producen gases.
Los
gases intestinales se producen, principalmente, por millones de bacterias que
viven en nuestro tracto digestivo y participan del proceso de digestión. Los
gases intestinales se producen principalmente después de la metabolización de
carbohidratos, grasas y proteínas ingeridas en los alimentos.
En el
caso de los gases en el estómago, la principal fuente es el aire que se ingiere
durante las comidas. Nosotros no notamos, pero durante las comidas tragamos
grandes volúmenes de aire. También es común ocurrir deglución de aire al
masticar chicle o fumar un cigarrillo. Otra fuente de gases estomacales
son las bebidas gaseosas.
Gran
parte de los gases deglutidos son eliminados a través de las eructaciones,
conocidas popularmente como eructos. Sin embargo, si el paciente suele
acostarse después de las comidas, estos gases presentan más facilidad en
seguir el camino hacia los intestinos que retornar al esófago (¿alguna vez
notaste cómo es mucho más fácil eructar cuando se está sentado o de pie
en vez de acostado?), aumentando así la eliminación de flatos.
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